Lo primero que debo tomar en cuenta al salir embarazada
Hoy entre lagrimas escribo este post al recibir la tremenda y horrible noticia de que el bebé de una amiga muy querida falleció. Un bebé que fue tan esperado, tan soñado y tan amado desde antes de nacer. Pero lamentablemente se fue antes de que sus padres pudieran disfrutarlo a plenitud y desde esta postura de dolor solo reflexiono y pienso en algunos aspectos básicos que debemos tomar en cuenta cuando nos enteramos de que estamos embarazadas y que también incluyen a nuestra pareja y nuestros padres.
Cuando salí embarazada hice esto
Es importante que si no nos estamos cuidando o si estamos buscando un bebé nos preparemos desde antes organizando nuestras finanzas para poder afrontar cualquier eventualidad y poder cuidarnos de la manera adecuada, alimentándonos correctamente y previniendo posibles complicaciones a tiempo.
Crear un fondo de emergencia es una obligación cuando se esta pensando en tener un hijo, y si aun no lo tenemos a la hora de enterarnos que seremos padres, es importante comenzar a construirlo. Sé que cuando no tenemos costumbre de ahorro o apenas tenemos ingresos, esta parte se nos dificulta. Pero siempre he dicho que “Si el dinero no lo administramos bien en lo poco no lo haremos en lo mucho”, es por eso que debemos comenzar a organizar un presupuesto adaptado a nuestra realidad, a nuestra situación y a nuestras expectativas.
Un niño nos cambia la vida desde el momento en que es engendrado,es una gran responsabilidad que debemos afrontar de manera positiva y con mucho amor. El y tu merecen tener las atenciones debidas y recibir los cuidados adecuados antes y después del parto.
Pensemos en algo… Cada año nacen unos 13 millones de bebés prematuros en el mundo. Ante esta cifra abrumadora, cada bebé necesitan de cuidados especiales, lo que implica que tendremos que tener dinero para gastos médicos, medicinas y la alimentación recomendada para el bebé. He aquí la importancia de tener ese fondo de emergencia y hacerlo una prioridad.
Tener un seguro médico
En nuestro país es imprescindible contar con un seguro medico para que puedas recibir un servicio de calidad al acudir a una clínica, además de que este te asegura una disminución significativa en el costo de los servicios hospitalarios.
Tener un seguro no es un lujo ni un gasto extra que nunca recuperarás. Es una necesidad y es prevenir a tiempo. Tener un seguro y dotar a tus hijos de un seguro de calidad es amarlos, es darles lo mejor y es estar tener armas con las cuales responder ante las enfermedades de las cuales nadie está exento.
Tenemos derecho a recibir apoyo
Cuando estamos embarazadas y después del parto esperamos recibir de nuestra pareja y la familia que nos rodea mucho amor, mucho apoyo y comprensión. El embarazo y la maternidad son etapas muy difíciles, una etapa de cambios que afectaran nuestro futuro para siempre, una etapa en la que estamos más sensibles y emocionales. Es por ello que aunque no lo pidamos a gritos, nuestro círculo de relaciones debe percatarse de que esperamos de ello todo el apoyo posible.
Cuando ya nuestro bebé nace esperamos tener el chance de poder criarlos a nuestra manera, de poder cuidarlos con toda libertad de ser nosotras mismas y aprender sus gustos y su forma de ser. Aceptamos consejos pero estos no deben ser imposiciones. Es recomendable no presionar a las madres a hacer lo que no quieran hacer, hay que darles libertad de ser y de guiarse de sus instintos maternales.
Comunicación ante todo
Recuerdo que cuando salí embarazada, sufrí de una constante infección de la orina, algo normal en muchas mujeres durante su embarazo, la cual le comuniqué inmediatamente a mi doctor y el me prescribió el tratamiento adecuado para controlar y eliminarla sin afectar a mi bebé.
El hecho de que durante el embarazo se nos presenten situaciones comunes en en la mayor parte de embarazadas, no implica que podamos descuidarnos con este tipo de problemas. Atender tratar a tiempo una infección puede significar la supervivencia de nuestro bebé.
De hecho la mayor parte de partos prematuros se deben a enfermedades de la madre: infecciones vaginales, infecciones urinarias, problemas del corazón, presión arterial elevada, diabetes, anemias severas, miomas, etc. Es por esta razón que ante cualquier molestia, cualquier dolor, cualquier síntoma extraño, se lo comuniques a tu doctor para que el te indique los estudios pertinentes y detectar y curar a tiempo cualquier enfermedad que pueda afectar al feto. Asimismo, debes comunicarle a tu pareja o a la persona con quien vivas si tienes alguna molestia para que te apoye en el tratamiento y contribuya a un estado mejor para ti y tu bebé.
Infórmate y oriéntate
Siempre me he sentido atraída por los temas que tengan que ver con crianza y familia. Es por ello que desde antes de salir embarazada me comencé a preparar y a empapar de información que me ayudará a saber como reaccionar ante ciertas situaciones.
Es bien sabido que quien tiene el conocimiento tiene el poder. ¡No es una exageración! Es una realidad que tenemos que aprovechar a nuestro favor y capacitarnos todo lo que podamos.
Si tienes información podrás tener las armas para detectar a tiempo que algo no está bien y podrás tomar las acciones para evitar que la situación empeore.
¿Cuantas veces no nos preguntamos como hubiese sido si….? Una pregunta común que viene a causa de no haber tenido la información a tiempo ni la información correcta.
Ahora que serás madre, lee mucho, indaga en la web, asiste a talleres para padres, ponte en movimiento y aprende cuales son tus derechos y deberes.
Poner todo en manos de Dios
Todos tenemos nuestras creencias, nuestra religión, nuestra fe. Yo decidí poner la mía en manos de Dios y poner mi confianza en que todo lo que el trae o se lleva de mi vida es por una razón muy justificada, aunque a veces no la entendamos en un principio.
No te obligo a que creas lo mismo que yo, pero estoy segura de que si te agarras de la roca firme que es Jehová, el no te desamparará, te traerá conformidad y te dará las fuerzas para enfrentar las más difíciles adversidades.
Te contaré una anécdota…
Desde pequeña mi miedo era morir en el momento del parto y dejar a mi familia, a mi hijo solo. Cuando estaba cerca de dar a luz ese miedo se estaba haciendo parte de mi y estaba nerviosa y asustada del parto. Una gran amiga me visitaba para orar por mi y para que todo saliera bien. Mientras oraba sentía como el Espíritu Santo se movía y conmovía mi alma llevándose mis miedos. Miedos que regresaron cuando minutos antes de practicarme la cesárea me dijeron que mi hijo estaba debilitándose y que su corazón casi no se sentía. ¡Cuando lo recuerdo me inundan las lagrimas! Pero no de tristeza sino de alegría porque mi hijo pudo haber muerto y sin embargo, aquí está, jugando feliz y alegre y brindándome su sonrisa cada día. Eso se lo debo a Dios que no me abandonó, que aunque mientras sentía que me moría en la sala de cirugía, me mantuvo despierta y consciente para recibir a mi mayor regalo.
No fui yo la valiente, fue Él que no me soltó y permitió que todo saliera bien.
Lamentablemente no todos los padres tienen el mismo destino. A algunos les toca enfrentar muy difíciles momentos. Momentos en los que el alma duele, las lagrimas están a flor de piel y el dolor y la tristeza se vuelven nuestros amigos constantes. En esos momentos te exhorto a que te agarres fuerte de Dios, que le pidas conformidad y aceptación por lo que ya no puedes cambiar y que en la próxima oportunidad te permita hacer las cosas mejor.
Tal vez no era el momento, tal vez no era la situación ideal, tal vez no era tu destino que fuera ahora. Todo pasa por una razón y estoy segura que tendrás mucho que aprender las situaciones difíciles. Perdónate, no te autoculpes y prepárate para recibir lo mejor, para amarlo y valorarlo aún más.