Cómo afectan nuestras palabras la vida de nuestros hijos
Como padres y principal fuente de inspiracion y de ejemplo a seguir por parte de nuestros hijos, es importante que cuidemos nuestra forma de hablar y de actuar con nuestros hijos. Nuestra palabras y actitudes deben ser coherentes y enviar un mensaje claro y preciso y sobre todo en valores a nuestros pequeños. Conozco un caso cercano en el que un niño de 3 años repite malas palabras que escucha de la gente que le rodea, en especial de una prima y esta prima cuando lo escucha decirlas, lo corrige pero no cambia su forma de expresarse ya que de ella salen muchas de las palabras que tanto les reprocha al niño.
Con esta anécdota no pretendo juzgar a nadie, pero siempre me he preguntado, que cómo haremos de este mundo algo diferente si no comenzamos a educar a nuestros hijos de forma diferente, con amor, con fé, con esperanza, con alegría y con una sonrisa ante las adversidades de la vida.
Si quieres que tus hijos sean un luz en medio de la oscuridad, un ente de cambio, productivo, exitoso y feliz, debes declarar sobre ellos palabras de vida y abundancia, palabras que llenen sus corazones y los hagan tener un buen autoestima, palabras que los inspiren y motiven, palabras de bendición y sabiduría. De esa forma estarás proclamando el favor de Dios sobre la vida de los que más amas.
A continuación te comparte algunas formas en las que puedes utilizar las palabras para fortalecer el autoestima y establecer las buenas conductas en tus hijos:
1. En vez de reprochar con enojo, corrige con amor
Hazle saber a tus niños las consecuencias que puede acarrear su conducta y sus palabras. Se empático con el y con los demás; y hazlo ponerse en el lugar de los demás para que comprenda la forma de sentir de quien ha ofendido o herido.
2. Elogia a tu hijo
No solo debemos hablar con nuestros hijos cuando han hecho algo malo, al contrario debemos elogiarlo y felicitarlo a continuar con las buenas actitudes que ha presentado. Incluso podemos hacerle un regalo cuando ha hecho algo buen, como portarse bien en la escuela, comerse todos sus vegetales, no ser desobediente. El agradecer y felicitar fortalece las conductas positivas de tu hijo y su autoestima.
3. Hazle sentir que ha hecho un buen trabajo
No hay nada mejor en el mejor que el reconocimiento. El reconocimiento a un buen trabajo fortalece las buenas conductas y te motiva más a continuar esforzándote. Esto se aplica a todas las áreas de la vida: la casa, la escuela, la Universidad, el trabajo y en las relaciones personales y familiares. El reconocimiento te hace sentir que tu actitud puede cambiarlo todo. Recuerda que: “A veces podemos sentir que lo que hacemos es como una gota en el medio del mar, pero el mar fuera menos si le faltara una gota”.
4. Dile a tu hijo lo mucho que lo amas
A veces parece obvio, pero creo que a muchos se nos pasa por alto demostrar y decir cuanto amamos a nuestros hijos. Ya sea por el afán de los días, por el estrés del trabajo o por las muchas responsabilidades que cargamos en nuestros hombros, nos olvidamos de este pequeño y tan significativo detalle. Y te cuento, se siente super bien escuchar a tu madre, a tu padre, a tu esposo o a quien sea, decirte que te AMA, que eres importante en su vida y que si te corrige es porque te ama y quiere lo mejor para ti. La mejor forma de educar es demostrando amor, porque el amor puro solo quiere el bienestar de los que amamos.
5. Dedícale tiempo a tus hijos
Soy partidaria de que no es darle una cantidad estimada de tiempo a tus hijos, sino que este tiempo sea de calidad. El tiempo es el mejor regalo que le puedes hacer a tu hijo. Conviértete en amigo de tus hijos y comparte con ellos sus experiencias, sus motivaciones, sus frustraciones, sus ideas y sus inquietudes.
6. Modela tu forma de actuar
Como dije al principio, nuestros hijos nos toman como ejemplo a seguir a la hora de actuar. Si actuamos mal, ellos también lo harán y lo peor es que después con qué cara los corregimos si nosotros mismos hemos inculcado esa forma de actuar. Cuando tenemos hijos es necesario que reevaluamos nuestras vidas y dejemos a un lado las malas actitudes si es que queremos fomentar en nuestros hijos buenos valores.
7. Escucha atentamente
Cuando dedicas tiempo para escuchar a tus hijos, les demuestras que te importan, que te interesa lo que tienen que decir. Aprende a leer en sus ojos, escucha sus palabras y entiéndelo con el corazón.
8. Disciplina con amor
Nuestros hijos necesitan limites seguros y precisos. Establece pautas a seguir y enséñales el valor de la responsabilidad y de cumplir con su palabra. Cuando inculcamos disciplina en nuestros pequeños, ellos se sienten en libertad de expresarse y de explorar con seguridad el mundo que les rodea.
9. Comparte anécdotas
En los momentos en los que estés hablando con tus pequeños habla de tus experiencias, de las de sus abuelos y las de tus amigos. El hecho de contarle a tus hijos historias pasadas y como se resolvieron, los hará a determinar su proceder ante situaciones similares y fomentará el lazo de amor entre tu pequeño y tu.
10. Apoyálos y ámalos incondicionalmente
Demostrarle y decirle a tus hijos que estarás siempre ahí para ellos, amándolos y esperándolo con los brazos abiertos, les hace sentir seguros de acudir siempre a ti ante alguna inquietud o dificultad. El amar a tus hijos ante cualquier situación los hace tener más confianza para enfrentar los malos ratos.
Todo lo que te he dicho en este post se resume en una sola palabra, amor. El amor nos hace tener la fuerza para cambiar lo que debemos cambiar y para educar a nuestros hijos en el buen camino.
Dile a tu hijo lo mucho que lo amas, yo lo hago todos los días, lo hago mirándolo a los ojos y aunque apenas es un bebé, estoy seguro de que su corazón siente lo que le estoy diciendo y manifestando aunque aún no entienda mis palabras.
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