Cómo tratar el estreñimiento en los niños
El estreñimiento es un problema muy frecuente en los niños y es causa de mucho estrés en los padres ya que a veces no sabemos que hacer ni qué estrategias aplicar para combatirlo. Se considera que un niño está estreñido cuando defeca menos de tres veces por semana, cuando sus heces son duras, secas y voluminosas, lo que dificulta su expulsión e inflama el intestino del niño.
Recuerdo que en mi niñez era muy propensa a ello y mis padres siempre me estaban laxando, a tal punto que el “chocolatico” que me daban y la leche de magnesia me repugnaba. Este es el día que aún veo chocolates similares o con olor similar a aquel que me comía cuando mami estaba desesperada y me dan ganas de vomitar.
Sé de primera mano cuanto duele estar estreñido y como madre es un tema que he trabajado mucho con mi hijo. Me preocupo por identificar que alimentos pueden provocarle estreñimiento y voy probando eliminándolos de su dieta para saber que cosas puedo darle y que no por más que grite, salte o patalee.
A todos los padres nos preocupa este tema, aunque no suele ser un motivo de preocupación si se trata a tiempo y es fácil de evitar si ofrecemos una dieta saludable y si permitimos que nuestros hijos adopten unos buenos hábitos de ejercicio físico: saltar, bicicleta, correr.
Posibles causas del estreñimiento
- El estrés o la ansiedad puede causar estreñimiento en los niños. Si los hemos regañado recientemente, les hemos exigido demasiado en su comportamiento, los hemos cambiado de colegio, si tienen problemas en la casa, es frecuente que retengan la necesidad de ir al baño por nervios o que por el contrario presenten diarrea.
- Insuficiente ingesta de agua y fibra, elementos que ayudan a los intestinos a hacer su función con normalidad.
- Algunos medicamentos, como los antidepresivos y los que contienen hierro, pueden provocar estreñimiento.
- En bebés, el estreñimiento puede puede ocurrir al cambiar de leche materna a leche de fórmula o al introducir alimentos sólidos en su dieta.
- Las leches de formula con alto contenido de grasa pueden estreñir a nuestros hijos.
- Contener las necesidades de ir al baño por no interrumpir una actividad.
- Niños que sufren de “síndrome del intestino irritable” o “síndrome de colon irritable”, que puede ocurrir cuando están estresados o cuando comen ciertos alimentos que lo desencadenan, como los alimentos grasos, los lácteos, los picantes o algunas frutas. Por ejemplo, a Bian lo estriñe la guayaba y el chocolate.
- Si su estreñimiento dura más de 2 ó 3 semanas consulte al pediatra de su hijo, ya que esto podría ser un síntoma de otras afecciones médicas.
Síntomas del estreñimiento
Es importante saber que cada niño tiene hábitos para defecar distintos. Mientras unos pueden ir una vez al día, hay otros que pueden ir hasta tres veces a la semana.
Por lo general, los signos del estreñimiento son:
- Defecar con menos frecuencia de la habitual.
- Heces duras, secas y voluminosas.
- Dificultad o dolor al defecar
- Sentirse hinchado, lleno, con gases o con dolor al sentarse.
- Presentar rastros de sangre en sus heces fecales o manchar el papel higiénico con un poco de sangre después de defecar.
- Manchar la ropa interior con trocitos de heces.
Tratamientos para el estreñimiento
- En ocasiones el estreñimiento puede tener origen emocional, por tal razón es importante que hables con tu hijo, le ofrezcas cariño, confianza y apoyo en sus procesos.
- Brinda mucha agua a tu hijo. Que tus hijos estén bien hidratados es la mejor manera de que sus órganos puedan funcionar con normalidad. ¿Cómo podemos conseguir que los niños beban un poco más de agua? Compra botellas divertidas, cuyo envase sea atractivo y colorido para ellos, de modo que se animen a beber agua.También puedes probar saborizando el agua con unas gotitas de limón o alguna fruta que les guste. La mayoría de los niños en edad escolar necesitan por lo menos entre 3 y 4 vasos de agua al día.
- No presionar a tu hijo para que vaya al baño.
- Disminuir en la medida de lo posible la ingesta de azúcar. Eso incluye la ingesta de compotas y mermeladas de frutas, los jugos artificiales y con alto niveles de azúcar. Sé que numerosos pediatras recomiendan darle compota de ciruela pasas a nuestros peques, pero en ocasiones en niños menores de 2 años, esta puede ocasionar gases, por lo que es mejor sustituirla por papilla de pera o manzana.
- Disminuye la ingesta de alimentos procesados como el queso, el arroz, los dulces, féculas, los helados, el pan blanco, los bollos, las donas, las frituras y la carne.
- Procura que tus hijos lleven una dieta saludable con alimentos ricos en fibra, como la fruta (manzana, pera, uvas, sandía, granos enteros como el maní, la granola, las nueces), cereales integrales, verduras y vegetales. Cuando añadas fibra a la dieta de tu hijo, hazlo despacio y a lo largo de pocas semanas.
- Bríndales jugos naturales de frutas ricas en fibras como la ciruela, el melón, la lechoza, el mango, naranjas, manzana y pera.
- Optar por brindar leche materna. En caso de brindar leche de fórmula, optar por aquellas que tengan probióticos y componentes que favorezcan el transito intestinal.
- Bríndales cereales ricos en probióticos y que contengan fibra. Por ejemplo, me gusta comprarle cereales de avena que en su presentación diga que contienen probióticos (bifidus).
- Establece un horario de comidas que sea regular. Esto puede ayudar a tu hijo a desarrollar hábitos regulares para defecar a la misma hora todos los días. Si tu hijo es de los que aguantan las ganas de ir al baño, haz que se siente en el inodoro unos minutos a la misma hora todos los días. Esto le ayudará a formar el hábito.
- Un truco que siempre funciona es dar un rico baño con agua tibia a tu peque y dar un masaje circular en dirección de las agujas del reloj en su pancita con algún aceite como oliva, almendra o lavanda.
- Anima a tu hijo a realizar suficiente ejercicio. La actividad física activa los movimientos intestinales. Por lo tanto, anima a tu hijo a hacer mucho ejercicio: jugar a la pelota, montar bicicleta, saltar.
Es bueno que sepas que en el caso de los niños, la cantidad de fibra recomendada es su edad más 5. Por ejemplo, si tu hijo tiene 2 años, la cantidad ideal de fibra al día sería 2+5= 7 gramos.
Laxantes naturales
- Brócoli, coliflor y repollo: Estos vegetales aumenta la cantidad de glucosinolato del cuerpo, por lo que ayudan a ir al baño con naturalidad.
- Aceite de coco: Este aceite mejora la digestión y la función intestinal, alivia las molestias ocasionadas por las hemorroides, reduce la inflamación y repara los tejidos. Prefiero el hecho en casa aunque también pueden usar el extra virgen, sin procesar y crudo.
- Tomates: Gracias a su alto contenido en vitaminas A, C y K aportan el 10% de la fibra diaria que el cuerpo necesita, además de que contienen licopeno, un antioxidante que protege del cáncer de colon.
- Bananas (guineos): Contienen mucha fibra y potasio, por ello son un excelente laxante natural, ayudan a promover la digestión. A su vez contiene fructooligosacárido, un tipo de fibra soluble que forma bacterias beneficiosas (bifidum) para tu intestino, que ayudan a fortalecer el sistema inmune y evitan el cáncer de colón.
- Ciruelas: Son el “laxante número uno” recomendado por pediatras y nutricionistas, ricas en potasio, vitamina A, hierro y fibras.
- Manzanas y zanahorias: Gracias a sus altos niveles de pectina y fibra, estimulan el transito intestinal. Estimulan las contracciones intestinales y son desintoxicantes.
Si crees necesario ayudar a tu hijo con algún medicamento siempre recuerda consultar a su pediatra. En mi caso, yo utilizo Modacen porque recuerdo que me lo indicaron cuando estaba embarazada para regular el transito intestinal y es tan bueno y efectivo que lo sigo usando para casos extremos.
Estos pequeños cambios ayudan a la mayoría de los niños a que sus intestinos funcionen con la regularidad con que deberían funcionar y que expulsar los desechos sea más fácil y menos traumático.
¿Qué otros tips utilizas para evitar el estreñimiento en tus hijos?