Cómo empezar un emprendimiento y no dejar a tu familia de lado

Cómo empezar un emprendimiento y no dejar a tu familia de lado

Puede parecer imposible eso de empezar a emprender y no dejar de ver a tu familia, pues un nuevo negocio nunca es sencillo en un principio. Sin embargo, si últimamente te has preguntado cómo puedes ganar dinero, puede ser hora de que lo hagas con algo que realmente sueñas. Ser mamá, esposa, y emprendedora es posible.

Que no te haga olvidar tus sueños el hecho de tener hijos y una familia, pues estos son también parte inevitable de quien eres. Si parte de tus sueños es crear un negocio o hacer un cambio en tu trabajo, entonces puede ser hora de hacerlo para que te des cuenta que al final si puedes ser parte de una familia y además una mujer de negocios y no necesariamente significa que debas abandonar ningún aspecto.

Estas son algunas de las cosas que puedes hacer para ser una emprendedora y no abandonar el tiempo con tu familia:

  • Organiza tu horario desde el principio: uno de los errores más comunes que pueden cometer las mamás empresarias es pensar que las cosas van a fluir sin necesidad de intervención. Lo cierto es que es clave que desde que comiences el nuevo camino en tu emprendimiento le des un horario a todo lo que hagas, especialmente si se trata de negocios, pues así sabrás con exactitud que tiempo libre tienes para estar con tu familia y nunca lo dejarás de lado.
  • Utiliza la tecnología a tu favor: ahora que todo gira alrededor de la tecnología y las redes sociales, ¿por qué no utilizarlas a tu favor? Nos referimos a la cantidad de aplicaciones que existen para manejar todo tipo de aspectos, desde tus finanzas, hasta tus fechas de entrega, y la salud de tus hijos. Ya hay mucha ayuda en cuanto al manejo de tu vida privada y vida familiar, por lo que puedes usar estas aplicaciones para evitar tener que gastar tiempo en este tipo de cosas pero también las puedes usar para mantener al tanto de todo lo que tienes que hacer.
[symple_box color=”blue” fade_in=”false” float=”center” text_align=”left” width=”100%”]La tecnología se puede hacer tu mejor amiga si sabes usarla muy bien. Te puede ahorrar gastos en tu negocio, evitar el malgasto de tiempo, y salvarte de muchos dolores de cabeza, el todo es que tengas las herramientas en uso y sepas escucharlas y monitorearlas.[/symple_box]
  • Involucra a tu familia en el negocio: es normal que tu pareja o tus hijos no compartan tus mismos intereses, pero no por eso tienen que estar en la oscuridad de tu negocio o de tu emprendimiento. Si encuentras una forma de mostrarles lo feliz que te hace y lo mucho que te apasiona, de seguro que ellos sabrán apoyarte y hasta acompañarte en el camino. Así que si tienes que trabajar tarde o mirar ciertas cosas en casa, coméntales a tus hijos, y si quieres, encuentra algo en lo que te puedan ayudar para que se sientan más cerca de ti.
  • Flexibilidad ante todo: ningún negocio moderno está marcado en piedra, y ninguna de sus partes lo está tampoco. Deja que tu negocio evolucione de manera más flexible, pues constantemente habrá momentos en tu vida personal que no habías predicho y por ello, es importante que crees una cultura de trabajo que te permita cambios y que te espacio para estar con tu familia siempre que te necesiten.

Si también quieres ganar algo de motivación y además pasar tiempo con tu familia, puedes ver alguna de estas películas para emprender con éxito. Estas son solo algunas de las cosas que puedes hacer para balancear el emprendimiento y tu rol como mamá y parte de la familia.

EL RETO DE AMAMANTAR PARTE II

El reto de amamantar – Parte II – Tendré suficiente leche para alimentar a mi hijo?

Lo importante es permitir que todo fluya, el cuerpo es inteligente y producirá la cantidad de leche que el bebé necesite. Mientras más succiona, más leche producirás. Es normal que pienses que no tienes leche suficiente para alimentar a tu bebé, nos pasa a todas. Si tu bebé está mojando sus pañales y aumentando de peso puedes tener la certeza de que se está alimentando bien.

A veces incurrimos en el error de comparar la cantidad de leche materna que ingiere nuestro bebé con la cantidad de leche de fórmula que toma el bebé de otra persona. Sin embargo, la leche materna se mide en calidad, no en cantidad. La idea es alimentar al bebé, que consuma los nutrientes que necesita, y este líquido perfecto se ajustará a las necesidades de él, según su etapa. Por eso es importante amamantar durante el mayor tiempo posible.

Es importante que disfrutes cada momento, te relajes, vivas tu maternidad a plenitud. Como todo proceso en la vida, la lactancia materna tendrá sus sinsabores, como los tiene el matrimonio o la universidad. Se trata de manejar la información de cada etapa para que estés tranquila. Tu instinto te guiará y en poco tiempo identificarás cada necesidad de tu bebé.

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¿Qué hacer si siento dolor?

Consultar a un especialista. El especialista no necesariamente es el ginecólogo o el pediatra, sino un(a) especialista en lactancia materna. Esta persona que se ha capacitado y tiene experiencia en la materia es quien podrá ayudarte. En los grupos de WhatsApp de ProlactarRD las madres reciben orientación de manera gratuita desde el embarazo, esto las ayuda a buscar información a tiempo si algo no anda bien.

Amamantar no duele, puede que al principio sientas alguna sensibilidad, pero si es dolor es urgente que revises la postura (bebé frente a frente al seno) o el agarre (areola completa).

Si continúas amamantando a pesar del dolor es probable que tus pezones se agrieten y que tu bebé no se esté alimentando bien, porque no esté sacando la leche correctamente del seno.

Durante la lactancia materna el apoyo es la herramienta más importante, pues con el bajo índice de madre que amamantan de manera exclusiva en nuestro país una llega a sentirse como extraterrestre y hasta juzgada.

Pero, tranquila, las que no amamantan también se sienten así (sienten que son juzgadas por no amamantar), se trata de esta nueva etapa que estás viviendo en la que surgen tantas dudas, muy normales, sobre cómo lo estás haciendo, y te diré algo, ¡lo estás haciendo bien! Nadie más que tu sabrá qué es lo mejor que debes hacer por tu hijo, además, recuerda que para tu hijo nadie es más importante que tú, eres su ser favorito, su ser imprescindible.

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EL RETO DE AMAMANTAR PARTE II

Consejos:

  1. Informarte desde el embarazo (solicita ingreso al grupo de WhatsApp que te corresponde a través de las redes sociales de prolactarrd).
  2. Asiste a todos los eventos educativos sobre lactancia materna, mientras más información manejes, mayor es tu probabilidad de éxito.
  3. Cuida tu salud y tu peso durante el embarazo. Los embarazos que llegan a término sin complicaciones tienen más probabilidades de tener éxito en la lactancia materna.
  4. Cuida tus pezones desde el embarazo hidratando con crema especial para pezones, hay de varias marcas y las puedes seguir usando después de amamantar. Nunca pongas jabón en sus pezones. Si tienes pezón plano o invertido debes orientarte sobre cómo solucionarlo durante el embarazo.
  5. Deposita la declaración de lactancia exclusiva en el centro de salud donde darás a luz, habla con tu ginecólogo y el pediatra que va a recibir tu bebé y explícale tu decisión de amamantar de manera exclusiva y tu interés de tener contacto piel con piel al momento del nacimiento. Realiza algunas preguntas sobre lactancia materna para asegurarte que realmente son prolactancia y te ayudarán a lograr lactancia materna exclusiva.
  6. Involucra a tu pareja y a tus familiares cercanos. Que te acompañen a los eventos y trata de orientarlos desde el embarazo para que puedan apoyarte durante el proceso.
  7. Las tomas nocturnas son muy importantes para mantener la producción de leche materna.
  8. No aceptes llevar leche de fórmula a tu casa, esto evitará las tentaciones.
  9. No te rindas, la lactancia es un proceso natural, lo único que tienes que hacer es dar la teta todo el tiempo.
  10. Descansa cuando duerma el bebé, establece un horario de visitas. Tus amigas no se van a ofender, la mayoría de la gente pregunta cuándo puede pasar a conocer el bebé. Sería ideal que los primeros días sean de intimidad con tu bebé y tu pareja.
  11. A las personas que no estén ayuda comentarios sobre la lactancia o te insistan para que des leche de fórmula debes hacérselo saber con mucho amor desde el principio, porque a veces la gente que nos quiere no sabe cómo ayudar.
  12. Es normal tener alguna nostalgia los primeros días, pero si luego de varias semanas te sigues sintiendo triste o tienes algún síntoma de depresión post parto, busca ayuda.

Y por último:

La maternidad es agotadora, ya sea que amamantes o no. No existe fórmula mágica para hacerlo dormir toda la noche. Es un nuevo ser que ha llegado y dependerá de ti para todo, si necesitas ayuda no dudes en requerirla. Te sentirás cansada, agobiada, a veces frustrada. Sin embargo, también te sentirás feliz de darle lo mejor a tu hijo, y al final del camino sabrás que ha valido la pena.

¡Amamanta! Es la mejor opción para ti y para tu bebé.

¿Cómo ha sido tu proceso de lactancia? Me encantaría conocer tu experiencia. 😀

 

 

El reto de amamantar

El reto de amamantar – Parte I

Cuando estamos embarazadas nos creamos muchas expectativas sobre la llegada del bebé, nos llenamos de ilusión mirando ropitas y accesorios, y tratamos de crear ese ambiente perfecto para ese momento.

En algunas cosas acertamos, en otras no. Pero la realidad es que un hijo siempre llena cada espacio de nuestro corazón y nos ayuda a conocernos mejor a nosotras mismas.

Lo que casi siempre nos sorprende es la lactancia materna, pues esperamos poner el bebé al pecho en el momento del nacimiento y esperar a que todo fluya con normalidad. Como debería ser, como sucedió con nuestros ancestros.

Sin embargo, la mayoría de las veces sucede diferente.  En nuestro país, la mayoría de las mujeres no tenemos ese privilegio. Lo que normalmente sucede es que cuando nace tu hijo te lo muestran por varios segundos y no lo vuelves a ver hasta varias horas después. Si, después. Después de haber llorado desconsoladamente por todo ese tiempo separado de ti. Después de bañarlo. Después de haberle suministrado varias onzas de leche de vaca (fórmula) en un  biberón. Después de haberle sacado sangre para hacerle pruebas y después de haberle puesto alguna vacuna. Después de todo, podrás tener a tu bebé en brazos.

A simple vista esto no tendría nada de malo. Pero la realidad es que está muy mal. Ese procedimiento que vemos como normal es el inicio de una lactancia destinada al fracaso.

Cuando el niño nace y es separado de su madre (el único ser humano que él conoce), es como si nos llevaran a otro país donde nadie habla nuestro idioma, con un clima diferente, nadie nos pregunta cómo nos sentimos, nos manipulan, estamos adoloridos, pedimos auxilio y es como si nadie nos escuchara. En ese momento lo único que necesitamos es estar en el pecho de nuestra madre.

Mi intención no es asustarlas, simplemente quiero transmitirles lo que yo hubiese querido saber con anticipación para quizás haber manejado las cosas de otra manera.

Ya con tu hijo al lado (probablemente adormilado, saciado y cansado de llorar), con los familiares y amigos felices, tomando fotos y trayendo regalos, luego de un rato puede ser que una tía te pregunte si le diste el seno. Lo intentas, quizás el bebé no se muestre muy interesado y comienzas a pensar que no quiere el seno. Ese es el momento justo de pedir ayuda y saber a quién pedirla.

Pueden ocurrir dos cosas en lo adelante: que tengas la información adecuada y te mantengas firme en tu decisión, persistas y ante todo sigas dando el seno hasta que veas que tu bebé comienza a expulsar el meconio y a mojar sus pañales con regularidad. O, le crees a las personas que te rodean, que aunque tienen muy buenas intenciones, quizás no manejen la información adecuada para ayudarte, te digan que le des unas tomas de formula hasta que te baje la leche.

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Si aceptas esta propuesta tu cuerpo no recibirá el estímulo que necesita para seguir produciendo calostro. El calostro está en tu cuerpo desde hace meses atrás.  Tu  cuerpo se ha venido preparando para recibir a tu bebé y ha preparado ese alimento especial para él.

Qué hacer

Este alimento para su alma y su cuerpo es todo lo que tu hijo necesita, estar contigo en tu pecho desnudo sin interrupciones evitará hipoglicemia, no es cierto que necesites darle leche de fórmula. Ningún mamífero necesita darle a su cría leche de otra especie para sobrevivir. Lo único que tu hijo necesita es a ti.  También es importante que sepas que darle leche de fórmula a tu hijo es ilegal, ponerte leche de formula en la habitación y cargarla a tu cuenta sin existir una condición de salud también es ilegal (Ley 8-95 sobre Promoción y Fomento de la Lactancia Materna). Para asegurarte que el personal de salud respetará estos derechos, te recomiendo depositar en el centro de salud la Declaración de Lactancia Materna Exclusiva disponible en nuestra página WEB.

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EL RETO DE AMAMANTAR PARTE I

Lo ideal es que un niño no tenga contacto con la tetera antes que con el seno, y hasta que la lactancia materna esté completamente establecida. Inclusive, la UNICEF  recomienda no darle biberón ni tetera a los niños nunca, sino alimentarlos con vasito, lo que es más fácil de lo que parece, hay vídeos disponibles en internet.

Además de la contaminación a la que exponemos a nuestros hijos con el contacto con la tetera, puede inducir al bebé a confundirse y luego rechazar el seno, porque succionar el pecho es muy distinto a chupar un biberón. Requiere técnica y mayor esfuerzo. Todo esto tiene su razón de ser, porque con este esfuerzo es que el bebe irá desarrollando el aparato maxilar, cuerdas vocales, etc. Además, de que permitirá que sea el bebé cual es la cantidad de alimento que necesita, es decir, a controlar su ingesta, y de paso prevenir obesidad en su edad adulta.

Al cabo de cuatro o cinco días del nacimiento del bebé, ocurrirá la “bajada de la leche”. Probablemente sentirás incomodidad, escalofríos, dolor de cabeza, los pechos calientes y congestionados, pero tranquila, esta es la manera en que te está avisando tu cuerpo. Con paños calientes y, si es necesario extrayendo tu leche, te sentirás mejor.  La buena noticia es que aunque hayas tenido que recurrir a la leche de fórmula puedes lograr la lactancia exclusiva.

La lactancia materna funciona a demanda, quiere decir que el bebé es quien indica cuando quiere alimentarse, puede suceder que tarde unos pocos minutos succionando (si solo tiene sed) o que permanezca durante media hora o más, y es completamente normal.

En las primeras semanas de la lactancia es normal que tu bebé dure mucho tiempo pegado al seno, pues está perfeccionando su técnica. Si no hay dolor, y el bebé se escucha tragar, duerme profundo y suelta el seno solito, sabrás que todo va bien.

En unos días podrás disfrutar de la parte II de este tema para que aprendas todos los que tienes que saber sobre la lactancia y cómo prolongarla. 😀

 

criando hijos felices

¿Todos los padres logran hijos felices?

La realidad es que la mayoría de las veces no es así, pues muchos de los padres de esta generación están muy ocupados, produciendo dinero para que “Mis hijos tengan lo que yo no tuve”, como si darles cosas asegurara que ellos serán felices, o dándoles todo lo que según la sociedad ellos necesitan, para que “No pasen lo que yo pasé”. Y así vamos con niños de 6 años teniendo cosas que no necesitan y que interrumpen su desarrollo social, acostumbrándose a vivir por encima de lo necesario. En pocas palabras estamos enseñándoles que valen por lo que tienen y no por lo que son.

En los años que llevo trabajando con familias,  cada vez que le pregunto a padres y madres: ¿Qué quieren lograr con sus hijos?, la respuesta automática es “quiero que sean felices”.  Esta respuesta me lleva entonces a preguntarles: “¿Qué es ser feliz? ¿cuándo tu como adulto eres feliz?”. Y entonces descubrimos que como adultos tenemos una vida sin propósito, con una mochila cargada de pasado, sin perdón, con dolor y muchas veces, con una extensa agenda sin tiempo para lo que decimos amar. Padres amargados, tristes, decepcionados, endeudados, viviendo sin esperanzas, viviendo para tener, sin fe, sin pasión.

Padres y madres, los hijos felices tienen padres y madres felices, y no padres y madres sacrificados y víctimas. Adultos felices que entran  en el grado de consciencia de que no todo es, ni será perfecto y que aun así encuentran razones para decidir ser felices, sobre todo porque logran hacerse responsables de su felicidad, sin esperar que nadie haga nada, sin necesitar tener cosas, son felices, porque sabe que SER ya es una razón más que suficiente.

Una gran cantidad de nosotros, los padres, estamos  educando  con exceso de futuro, dándoles  todo y un poco más, exagerando en la cantidad de cursos y clases, en la cantidad de cosas que tienen,  sustituyendo tiempo por regalos, y viviendo tan aceleradamente que se nos escapa lo esencial. Hemos estado educando para tener y no para SER. Apostamos a que nuestros hijos sean lo que nosotros hemos soñado, y nos  olvidamos de los planes que puedan tener nuestros hijos sobre su propia vida. Otros educando con exceso de pasado: “no quiero que seas amistoso, al final no existen buenos amigos, cuídate de la gente, no confíes; no quiero que seas de tal forma, a mí no me funcionó; quiero que estudies y no tengas que depender de nadie como yo; quiero que te cases con alguien de un nivel social mejor, y un largo etc. Básicamente, este tipo de crianza está sentenciando a los hijos a vivir la vida que sus padres no vivieron, o peor, a repetir sus historias sólo porque a ellos les funcionó.

criar hijos felices

Si bien es cierto que nos toca guiar a nuestros hijos, no es menos cierto que nos corresponde formar hijos sanos para que vivan Sus propias Vidas, cumplan sus sueños, cometan sus errores, se levanten de sus tropiezos y celebren sus propias victorias. Nuestro papel es ser en ocasiones porristas, en otras sólo simples espectadores y otras veces sus consejeros, pero no pretendamos vivir sus vidas, y mucho menos pretendamos que desde la vida infeliz que llevamos, ellos se conviertan en hijos felices. La felicidad con consciencia es un efecto multiplicador, la victimización no genera felicidad sino culpabilidad.

Ojalá, a partir de hoy, quisiéramos dejar de estar tan ocupados y empezáramos a estar más concentrados, así lograríamos  percibir que hemos sido felices, pero no hemos tenido ni el tiempo ni la intención de reconocerlo… y por lo tanto de disfrutarlo.

 

Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

No es solo la panza: Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

Gestar un bebé en nuestro vientre es un milagro indescriptible, y más si ese bebé ha sido buscado y añorado por mucho tiempo. Definitivamente tu cuerpo trabaja muy duro para soportar toda la carga que se le exige durante esta etapa para hacer que tu bebé crezca sano y fuerte.

Algunos de los cambios más frecuentes que experimentamos son senos sensibles, nauseas y vómitos, decaimiento, mareos, cambio en nuestro apetito (unas comemos más, otras menos) y necesidad frecuente de orinar, pero ¿Hay algo más cambiando dentro de nosotras? ¿Cuáles son esos cambios?

Desde el mismo instante en que tu bebé es concebido, tu cuerpo comienza a trabajar duro para que el crezca. Al finalizar las primeras 12 semanas, tu bebé ya se ha desarrollado casi en tu totalidad. Esta es la etapa más demandante debido a su relevancia en el sano desarrollo del bebé.

He ahí la importancia de mantenernos bien nutridas, tomando los suplementos, vitaminas y minerales necesarios para un óptimo crecimiento del bebé y, por supuesto, para el buen mantenimiento de nuestra salud.

En resumen, los cambios hormonales masivos por los que pasamos mientras estamos embarazadas reajustan todo nuestro organismo y realizan cambios drásticos pero necesarios para que nuestro bebé se desarrollo en perfecto estado y prepara tu cuerpo para el parto y la lactancia.

A continuación te comparto cuáles otros cambios experimentas:

Hormonas

La razón principal de la mayor parte de los cambios que experimentamos física y emocionalmente mientras estamos embarazadas es el aumento de la producción de hormonas.

Se incrementa la producción de estrógeno, progesterona, las glándulas tiroides crecen, nuestro sistema endocrino produce oxitocina, para ayudarnos en la labor del parto; y aumenta la hormona prolactina, que prepara nuestro senos para lactar.

Todos estos cambios son los que a veces ocasionan que nos sintamos calientes o con coques de calor esporádicos.

Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

Senos

El aumento en los niveles de estrógeno y progesterona puede ocasionar que nuestros senos estén adoloridos, inflamados, nos ardan o nos dé mucha comezón. Estos cambios tienen como objetivo la preparación para la lactancia. Es probable que durante esta etapa tus senos crezcan tanto que te salgan estrías, por lo que necesitas mantener esta área bien hidratada para combatirlas.

Durante el embarazo, hay un aumento en el suministro de sangre a los senos, y esto puede causar venas azuladas debajo de la piel.

Las areolas y los pezones tienden a ponerse oscuros y un poco más grande. Luego de que has concebido las pequeñas glándulas de las aréolas aumentan de tamaño y se vuelven irregulares, segregando una sustancia oleaginosa (calostro) que evita que se resequen y se agrieten.

Cuerpo

Tu columna vertebral se realinea para ayudar a tu cuerpo con la postura, mantener el balance y a sostener el peso de tu bebé. Al mismo tiempo, subirás un par de libras para ayudar a que tu cuerpo a que tenga la fuerza de soportar el nuevo ser que está gestándose dentro de ti. Ese peso ganado contribuirá al desarrollo y readaptación de tus órganos, de la placenta y del feto.

Las uñas de tus pies y manos crecen más rápido y fuertes gracias a los altos niveles de estrógeno en tu cuerpo. Tus pies pueden llegar a retener liquido y pueden hincharse debido al fluido extra que tienes circulando por todo tu cuerpo.

Respiración

Nuestro sistema respiratorio atraviesa grandes cambios para poder incrementar la cantidad de oxigeno que nos demanda el útero, la placenta y el feto. El volumen de sangre aumenta, lo que significa que el flujo sanguíneo y los latidos cardíacos también, mientras desciende la presión arterial, lo que ocasiona que sintamos que nos esforzamos más para respirar.

Órganos

Tus órganos surtirán cambios de estado y de posición. El útero se expanderá para dar cabida al bebe que está en constante crecimiento. El estomago será desplazado a la derecha o a la izquierda de manera gradual.

Asimismo, el útero presionará la vejiga y los músculos pélvicos, provocándote deseos frecuentes de orinar e incontinencia. Nuestros riñones están haciendo un esfuerzo extra para poder colaborar en todos estos cambios, así que asegúrate de mantenerte hidratada tomando mucha agua.

Piel y cabello

Los cambios en tu piel serán notables y resultaran en un crecimiento de tu estomago, tus senos, ensanchamiento de las caderas y muslos. Por esto es importante que mantengas tu piel hidratada utilizando cremas a base de aceites de coco, almendra o manteca de cacao o karité; y bebiendo mucha agua.

La pigmentación oscura en tu piel y las venas azuladas desaparecerán cuando hayas dado a luz.

La textura y el volumen de tu cabello tienden a cambiar. En ocasiones crecen mucho y muy rápido. En otros pueden tornarse más frágiles. Normalmente tendemos a perder unas 100 hebras de cabello al día, cosa que disminuye grandemente durante el embarazo. Por eso muchas pierden mucho cabello luego de dar a luz.

Como vimos, el cuerpo de una mujer embarazada atraviesa numerosos cambios. Estos son solo algunos de ellos. ¿No es maravilloso?

¿Experimentaste alguno de estos cambios cuando estuviste embarazada? Cuéntame tu experiencia. 😀

 

Recomendaciones para visitar a un recién nacido y a su mamá

Tips esenciales para visitar a un recién nacido y a su mamá

Acabas de tener a tu bebé y todo el mundo está loco por ir a verlo, saber cómo es, saber cómo estás y cómo fue el proceso del parto. Esto es super normal ya que durante tus meses de embarazo no solo fuiste tú quien espero ese bebé hermoso con ansias sino que tus familiares, amigos y conocidos también añoraban este momento.

Sin embargo, hay algunas pautas  y recomendaciones esenciales que debemos seguir a la hora de visitar a un bebé y a sus padres, pues, si bien, esta etapa está llena de alegría y regocijo, es una etapa sumamente delicada y agotadora.

Toma en cuenta que esta es una etapa de adaptación en la que el bebé y los nuevos padres prefieren estar tranquilos, descansar y conocerse de manera profunda.

Por ello, antes de ir a visitar a un recién nacido y a su mamá, debemos detenernos a pensar en las necesidades de mamá y del bebé a fin de ser prudentes y cuidadosos en nuestros actos y en nuestras palabras.

A continuación, te comparto algunas recomendaciones de lo que puedes o no hacer al visitar a un bebé y a sus padres:

  • Durante las primeras 24 horas del nacimiento del bebé, no es recomendable ir a visitarlo al hospital. Tanto el bebé como la mamá acaban de pasar por un proceso agotador mental y físicamente, por lo que están agotados y lo más que anhelan es descansar. Tampoco conviene llamar por teléfono para felicitarla, ya que en la mayoría de los casos las mamás tienen contraindicado hablar durante este rango de horario. Opta mejor por enviarles un mensaje instantáneo para felicitarles y decirles que pasarás más adelante a verlos. Un entorno tranquilo y calmado es lo más conveniente durante las primeras horas para facilitar el vínculo de los padres con el bebé, establecer el contacto piel con piel y recuperarse.
  • Avisa a los padres y a la familia antes de visitarlos.
  • A la hora de visitar, trata de que tu visita sea lo más breve (no más de 30 minutos) y puntual posible; y evita que sea en horarios nocturnos o en horas de comida, cena o descanso de la familia.
  • Si el recién nacido tiene un hermanito mayor y vas a llevar algún detalle para el nuevo miembro de la familia, trata de llevarle un presente a su hermano mayor también. Esto es con el objetivo de que el hermanito mayor no se sienta triste o desplazado por el bebé. Por supuesto, no olvides llevarle un detalle a mamá. ¡Se lo merece! 😀
  • Evita usar maquillaje, colonias, perfumes o cremas de olores fuertes a la hora de visitar al bebé.
  • Evita besar, cargar o abrazar al bebé recién nacido. Recuerda que acaba de nacer y sus defensas son débiles, además de que no tiene ninguna vacuna y está muy frágil. Además, esta es una situación estresante y un poco molesta para los bebés y para las madres.
  • Si vas a tomarle fotos al bebé, procura pedirle permiso a los padres y evita usar el flash (este puede ser dañino para la vista del bebé).
  • No visitar al bebé si estás congestionada, si presentas tos, mucosidad o dolor de garganta o tienes alguna otra afección. La idea con esto, es evitar que el bebé adquiera algún tipo de infección.
  • Si el bebé tiene alguna condición médica, no hay espacio para las visitas, ni siquiera para los abuelos o tíos.
  • No es recomendable que los extraños se sienten o acuesten en la cuna del bebé, aunque sean niños.
  • Si llevas niños a visitar al bebé, procura que estén tranquilos y que no molesten al bebé ni a a la mamá.
  • Prohibido fumar en el mismo espacio o habitación donde se encuentran el bebé y la madre. Asimismo, una persona que esté oliendo a tabaco no debería estar cerca del bebé.
    • Si fumas, mejor mantente alejado del bebé. Según la pediatra Viviana Rendón, médica pediatra: “El humo que respiran las personas no fumadoras cuando están acompañadas de un fumador, puede ser extremadamente peligroso para los bebés. Una de las consecuencias es que debilita sus pulmones, los hace más propensos a infecciones de oído y duplica el riesgo de muerte súbita del bebé. Por eso, los fumadores deberían ponerse ropa limpia (que no han usado mientras fuman) cuando estén cerca de un bebé, así como lavarse las manos y la cara, especialmente después de fumar”.

Tips para visitar a un recién nacido y a su mamá

  • Si ves que llega otra visita y ya has cumplido tu tiempo, deja espacio a las nuevas visitas y vuelve en otro momento.
  • Lavarse las manos antes de cargar al bebé y pedir permiso a sus padres para hacerlo. Es recomendable tener  siempre disponible jabón o gel antibacterial para estos momentos.
  • Planifica con los allegados los tiempos y horarios de visita idóneos. Papá o quien esté con la nueva madre deben encargarse de ser reguladores del tiempo de la visita y gestionar que estas sean prudentes.
  • Dale privacidad a la nueva mamá para que lacte a su bebé. Este es un momento de conexión en el que mamá-bebé merecen paz y tranquilidad. Toma en cuenta que los primeros días el bebé puede mamar más de una docena de veces cada 24 horas.
  • Si no eres de tanta confianza para la familia, evita aparecerte por la clínica.
  • No se debe interrumpir el tiempo en el bebé es alimentado, ni se le debe despertar si está dormido.
  • Si no sabe cargar a un bebé, evite hacerlo o pida indicaciones sobre cómo lo debe sostener y procure que sea por poco tiempo.
  • Evite estar más pendiente de su celular que de las personas a las que se encuentre visitando y active la opción de silencio para prevenir que lo llamen y que el sonido asuste al recién nacido.

¿Qué no decir?

  • Evita realizar comentarios negativos y comparaciones del bebé con otras personas.
  • No des consejos a los padres sin que ellos te los soliciten. Recuerda que ellos tienen todo el derecho de poner sus reglas y establecer sus modelos de crianza en esta nueva etapa sin que otros estén opinando al respecto. Abrumar a la madre con consejos puede estresarla en lugar de ayudarla. En vez de esto, ofrece tu ayuda a los nuevos padres, te apuesto que la valoraran.
  • Mientras que el bebé se está alimentando, es recomendable dejar a la mamá tranquila, nada de estar mirando a ver qué tal succiona el niño, ni dando consejos.
  • Cuando una mujer acaba de dar a luz  tiene las hormonas revueltas y cualquier comentario crítico puede hacerle mucho daño. Por lo tanto, sé prudente y cuidadoso con tus palabras.
  • No hables de “celos” delante del hermano mayor.
  • No te empeñes en buscar parecidos al bebé. Esto puede incomodar a los papás.
  • Evita realizar la pregunta “¿Quieres a tu hermanita/o?” o alguna variante.
  • No se debe mencionar nada sobre el estado físico de la madre. Evita hacer comparaciones del antes y el después del parto.
  • La nueva mamá recibe miles de opiniones que la confunden mucho y que, además, no está solicitando. Su madre dice esto, su suegra dice aquello, su cuñada dice lo otro, pero lo cierto es que ella como nueva madre tiene todo el derecho de manejar a sus hijos como considere que es lo correcto, por lo que lo recomendable es que le permitamos guiarse de su instinto y por los conocimientos básicos que va adquiriendo de su hijo a medida que escriben su propio manual.

Frases que debes evitar

  • Haz quedado muy gorda o con mucha barriga.
  • ¿Te has puesto senos?
  • Quedaste seca.
  • No hace tanto calor para que sudes tanto.
  • Este niño no se parece nada a ustedes. ¿No se lo habrán cambiado?
  • Tu hijo/a no se parece en nada a ti. Parece que no es tu hijo/a.
  • ¿Le vas a dar ya otra vez? Cuando todos saben que das lactancia a demanda y exclusiva, y que sí le vas a dar cada vez que llore.
  • ¿Le vas a ofrecer del otro seno ahora? Refiriéndose a lactar del otro lado.
  • Es que tú ya estás cansado de tanta teta, ¿¿verdad?? Tú quieres biberón.
  • Ahora ya no tengas más.
  • Ahora debes buscar la hembra o el varón, en caso de que no lo tengas.

Como ves, hay muchas reglas que deberíamos conocer y no pasar por alto cuando vamos a visitar a un nuevo bebé. ¿Qué otras recomendaciones añadirías? 😀