EL RETO DE AMAMANTAR PARTE II

El reto de amamantar – Parte II – Tendré suficiente leche para alimentar a mi hijo?

Lo importante es permitir que todo fluya, el cuerpo es inteligente y producirá la cantidad de leche que el bebé necesite. Mientras más succiona, más leche producirás. Es normal que pienses que no tienes leche suficiente para alimentar a tu bebé, nos pasa a todas. Si tu bebé está mojando sus pañales y aumentando de peso puedes tener la certeza de que se está alimentando bien.

A veces incurrimos en el error de comparar la cantidad de leche materna que ingiere nuestro bebé con la cantidad de leche de fórmula que toma el bebé de otra persona. Sin embargo, la leche materna se mide en calidad, no en cantidad. La idea es alimentar al bebé, que consuma los nutrientes que necesita, y este líquido perfecto se ajustará a las necesidades de él, según su etapa. Por eso es importante amamantar durante el mayor tiempo posible.

Es importante que disfrutes cada momento, te relajes, vivas tu maternidad a plenitud. Como todo proceso en la vida, la lactancia materna tendrá sus sinsabores, como los tiene el matrimonio o la universidad. Se trata de manejar la información de cada etapa para que estés tranquila. Tu instinto te guiará y en poco tiempo identificarás cada necesidad de tu bebé.

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¿Qué hacer si siento dolor?

Consultar a un especialista. El especialista no necesariamente es el ginecólogo o el pediatra, sino un(a) especialista en lactancia materna. Esta persona que se ha capacitado y tiene experiencia en la materia es quien podrá ayudarte. En los grupos de WhatsApp de ProlactarRD las madres reciben orientación de manera gratuita desde el embarazo, esto las ayuda a buscar información a tiempo si algo no anda bien.

Amamantar no duele, puede que al principio sientas alguna sensibilidad, pero si es dolor es urgente que revises la postura (bebé frente a frente al seno) o el agarre (areola completa).

Si continúas amamantando a pesar del dolor es probable que tus pezones se agrieten y que tu bebé no se esté alimentando bien, porque no esté sacando la leche correctamente del seno.

Durante la lactancia materna el apoyo es la herramienta más importante, pues con el bajo índice de madre que amamantan de manera exclusiva en nuestro país una llega a sentirse como extraterrestre y hasta juzgada.

Pero, tranquila, las que no amamantan también se sienten así (sienten que son juzgadas por no amamantar), se trata de esta nueva etapa que estás viviendo en la que surgen tantas dudas, muy normales, sobre cómo lo estás haciendo, y te diré algo, ¡lo estás haciendo bien! Nadie más que tu sabrá qué es lo mejor que debes hacer por tu hijo, además, recuerda que para tu hijo nadie es más importante que tú, eres su ser favorito, su ser imprescindible.

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EL RETO DE AMAMANTAR PARTE II

Consejos:

  1. Informarte desde el embarazo (solicita ingreso al grupo de WhatsApp que te corresponde a través de las redes sociales de prolactarrd).
  2. Asiste a todos los eventos educativos sobre lactancia materna, mientras más información manejes, mayor es tu probabilidad de éxito.
  3. Cuida tu salud y tu peso durante el embarazo. Los embarazos que llegan a término sin complicaciones tienen más probabilidades de tener éxito en la lactancia materna.
  4. Cuida tus pezones desde el embarazo hidratando con crema especial para pezones, hay de varias marcas y las puedes seguir usando después de amamantar. Nunca pongas jabón en sus pezones. Si tienes pezón plano o invertido debes orientarte sobre cómo solucionarlo durante el embarazo.
  5. Deposita la declaración de lactancia exclusiva en el centro de salud donde darás a luz, habla con tu ginecólogo y el pediatra que va a recibir tu bebé y explícale tu decisión de amamantar de manera exclusiva y tu interés de tener contacto piel con piel al momento del nacimiento. Realiza algunas preguntas sobre lactancia materna para asegurarte que realmente son prolactancia y te ayudarán a lograr lactancia materna exclusiva.
  6. Involucra a tu pareja y a tus familiares cercanos. Que te acompañen a los eventos y trata de orientarlos desde el embarazo para que puedan apoyarte durante el proceso.
  7. Las tomas nocturnas son muy importantes para mantener la producción de leche materna.
  8. No aceptes llevar leche de fórmula a tu casa, esto evitará las tentaciones.
  9. No te rindas, la lactancia es un proceso natural, lo único que tienes que hacer es dar la teta todo el tiempo.
  10. Descansa cuando duerma el bebé, establece un horario de visitas. Tus amigas no se van a ofender, la mayoría de la gente pregunta cuándo puede pasar a conocer el bebé. Sería ideal que los primeros días sean de intimidad con tu bebé y tu pareja.
  11. A las personas que no estén ayuda comentarios sobre la lactancia o te insistan para que des leche de fórmula debes hacérselo saber con mucho amor desde el principio, porque a veces la gente que nos quiere no sabe cómo ayudar.
  12. Es normal tener alguna nostalgia los primeros días, pero si luego de varias semanas te sigues sintiendo triste o tienes algún síntoma de depresión post parto, busca ayuda.

Y por último:

La maternidad es agotadora, ya sea que amamantes o no. No existe fórmula mágica para hacerlo dormir toda la noche. Es un nuevo ser que ha llegado y dependerá de ti para todo, si necesitas ayuda no dudes en requerirla. Te sentirás cansada, agobiada, a veces frustrada. Sin embargo, también te sentirás feliz de darle lo mejor a tu hijo, y al final del camino sabrás que ha valido la pena.

¡Amamanta! Es la mejor opción para ti y para tu bebé.

¿Cómo ha sido tu proceso de lactancia? Me encantaría conocer tu experiencia. 😀

 

 

El reto de amamantar

El reto de amamantar – Parte I

Cuando estamos embarazadas nos creamos muchas expectativas sobre la llegada del bebé, nos llenamos de ilusión mirando ropitas y accesorios, y tratamos de crear ese ambiente perfecto para ese momento.

En algunas cosas acertamos, en otras no. Pero la realidad es que un hijo siempre llena cada espacio de nuestro corazón y nos ayuda a conocernos mejor a nosotras mismas.

Lo que casi siempre nos sorprende es la lactancia materna, pues esperamos poner el bebé al pecho en el momento del nacimiento y esperar a que todo fluya con normalidad. Como debería ser, como sucedió con nuestros ancestros.

Sin embargo, la mayoría de las veces sucede diferente.  En nuestro país, la mayoría de las mujeres no tenemos ese privilegio. Lo que normalmente sucede es que cuando nace tu hijo te lo muestran por varios segundos y no lo vuelves a ver hasta varias horas después. Si, después. Después de haber llorado desconsoladamente por todo ese tiempo separado de ti. Después de bañarlo. Después de haberle suministrado varias onzas de leche de vaca (fórmula) en un  biberón. Después de haberle sacado sangre para hacerle pruebas y después de haberle puesto alguna vacuna. Después de todo, podrás tener a tu bebé en brazos.

A simple vista esto no tendría nada de malo. Pero la realidad es que está muy mal. Ese procedimiento que vemos como normal es el inicio de una lactancia destinada al fracaso.

Cuando el niño nace y es separado de su madre (el único ser humano que él conoce), es como si nos llevaran a otro país donde nadie habla nuestro idioma, con un clima diferente, nadie nos pregunta cómo nos sentimos, nos manipulan, estamos adoloridos, pedimos auxilio y es como si nadie nos escuchara. En ese momento lo único que necesitamos es estar en el pecho de nuestra madre.

Mi intención no es asustarlas, simplemente quiero transmitirles lo que yo hubiese querido saber con anticipación para quizás haber manejado las cosas de otra manera.

Ya con tu hijo al lado (probablemente adormilado, saciado y cansado de llorar), con los familiares y amigos felices, tomando fotos y trayendo regalos, luego de un rato puede ser que una tía te pregunte si le diste el seno. Lo intentas, quizás el bebé no se muestre muy interesado y comienzas a pensar que no quiere el seno. Ese es el momento justo de pedir ayuda y saber a quién pedirla.

Pueden ocurrir dos cosas en lo adelante: que tengas la información adecuada y te mantengas firme en tu decisión, persistas y ante todo sigas dando el seno hasta que veas que tu bebé comienza a expulsar el meconio y a mojar sus pañales con regularidad. O, le crees a las personas que te rodean, que aunque tienen muy buenas intenciones, quizás no manejen la información adecuada para ayudarte, te digan que le des unas tomas de formula hasta que te baje la leche.

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Si aceptas esta propuesta tu cuerpo no recibirá el estímulo que necesita para seguir produciendo calostro. El calostro está en tu cuerpo desde hace meses atrás.  Tu  cuerpo se ha venido preparando para recibir a tu bebé y ha preparado ese alimento especial para él.

Qué hacer

Este alimento para su alma y su cuerpo es todo lo que tu hijo necesita, estar contigo en tu pecho desnudo sin interrupciones evitará hipoglicemia, no es cierto que necesites darle leche de fórmula. Ningún mamífero necesita darle a su cría leche de otra especie para sobrevivir. Lo único que tu hijo necesita es a ti.  También es importante que sepas que darle leche de fórmula a tu hijo es ilegal, ponerte leche de formula en la habitación y cargarla a tu cuenta sin existir una condición de salud también es ilegal (Ley 8-95 sobre Promoción y Fomento de la Lactancia Materna). Para asegurarte que el personal de salud respetará estos derechos, te recomiendo depositar en el centro de salud la Declaración de Lactancia Materna Exclusiva disponible en nuestra página WEB.

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EL RETO DE AMAMANTAR PARTE I

Lo ideal es que un niño no tenga contacto con la tetera antes que con el seno, y hasta que la lactancia materna esté completamente establecida. Inclusive, la UNICEF  recomienda no darle biberón ni tetera a los niños nunca, sino alimentarlos con vasito, lo que es más fácil de lo que parece, hay vídeos disponibles en internet.

Además de la contaminación a la que exponemos a nuestros hijos con el contacto con la tetera, puede inducir al bebé a confundirse y luego rechazar el seno, porque succionar el pecho es muy distinto a chupar un biberón. Requiere técnica y mayor esfuerzo. Todo esto tiene su razón de ser, porque con este esfuerzo es que el bebe irá desarrollando el aparato maxilar, cuerdas vocales, etc. Además, de que permitirá que sea el bebé cual es la cantidad de alimento que necesita, es decir, a controlar su ingesta, y de paso prevenir obesidad en su edad adulta.

Al cabo de cuatro o cinco días del nacimiento del bebé, ocurrirá la “bajada de la leche”. Probablemente sentirás incomodidad, escalofríos, dolor de cabeza, los pechos calientes y congestionados, pero tranquila, esta es la manera en que te está avisando tu cuerpo. Con paños calientes y, si es necesario extrayendo tu leche, te sentirás mejor.  La buena noticia es que aunque hayas tenido que recurrir a la leche de fórmula puedes lograr la lactancia exclusiva.

La lactancia materna funciona a demanda, quiere decir que el bebé es quien indica cuando quiere alimentarse, puede suceder que tarde unos pocos minutos succionando (si solo tiene sed) o que permanezca durante media hora o más, y es completamente normal.

En las primeras semanas de la lactancia es normal que tu bebé dure mucho tiempo pegado al seno, pues está perfeccionando su técnica. Si no hay dolor, y el bebé se escucha tragar, duerme profundo y suelta el seno solito, sabrás que todo va bien.

En unos días podrás disfrutar de la parte II de este tema para que aprendas todos los que tienes que saber sobre la lactancia y cómo prolongarla. 😀