La creatividad es una de las capacidades más importantes e interesantes que debe desarrollar el ser humano. Es a través de ella que se aprenden funciones como la adaptación, expresión, innovación y la resolución de problemas de maneras diversas, mismas que permean a lo largo de la vida, si madres, padres y cuidadores cultivamos durante la infancia la capacidad de asombro e imaginación que poseen niñas y niños.
La creatividad implica una forma de hacer las cosas o una forma de pensar y eso, a su vez requiere haber dominado las viejas formas de hacer (Czikszentmihaly, M. 1998), es decir, para ser creativos se requiere tener experiencias pasadas a partir de las que mejorar y crear ideas innovadoras. De manera que, es improbable que durante la infancia esta capacidad surja como algo natural.
Sin embargo, el asombro y la imaginación sí aparecen naturalmente en la infancia y permiten a niñas y niños, la combinación de diferentes elementos a partir de lo que ven y oyen con lo que piensan, lo que les posibilita crear nuevas ideas y maneras de relacionarse con el mundo que les rodea. Serán estas funciones las que habrá que potenciar durante la infancia para que durante la adolescencia y adultez se desarrolle de manera óptima la capacidad creativa y sus funciones permanezcan a lo largo de la vida.
Nuestra misión es apoyar a potenciar la imaginación y el asombro, brindando herramientas necesarias pues “El niño se asombra en compañía del adulto que le quiere, para poder triangular: él, el mundo y ese adulto como intermediario” (L´Ecuyer, C. 2016). De modo que, es necesario poner atención en las respuestas que damos ante las exploraciones creativas de las que somos testigos, así como conocer acciones que posibiliten el desarrollo creativo en la vida adulta.
¿Cómo apoyar el desarrollo de la creatividad de niñas y niños?
• Evita comentarios que suprimen la creatividad: “así no se hace”, “eso no está bien”, “te has equivocado”, “vuelve a hacerlo bien”, “yo voy a enseñarte”, “lo has hecho al revés” o “está mal”.
• Adopta comentarios que incentivan la creatividad: “que divertido”, “que buena idea”, “¿me enseñas?”, “está muy bonito”, “me ha encantado”, “me gusta mucho como lo has hecho” o “¿se te ha ocurrido a ti solo?, ¡qué bien has pensado” (Bilbao, A. 2015)
• Bríndales materiales y herramientas para expresar su creatividad: elige materiales que llamen su atención y les gusten como colores, hojas, plastilinas, disfraces, etc.
• Dales libertad: permíteles decidir qué quieren jugar, qué quieren crear y cómo lo quieren hacer.
• Hazles saber que lo importante es el proceso de creación: mientras un niño o niña está creando pon atención en si se divierte, si ha descubierto algo nuevo o qué ideas ha tenido, y no tanto en el resultado que esperas.
• No interfieras en sus procesos: permíteles explorar y realizar sus obras de arte, ella/él sola(o), pero muéstrate dispuesta(o) a apoyarles si lo necesitan.
• No califiques sus obras de arte: puedes comentar si te gusta o no, pero evita decirle si está “bien” o “mal”.
• Dales tiempo de aburrirse: desconéctalas(os) de los dispositivos electrónicos y deja que se “aburran”, esto les dará la oportunidad de hacer uso de su asombro e imaginación para buscar nuevas formas de divertirse.
Fuentes consultadas:
– Bilbao, A. (2015). El cerebro del niño explicado a los padres. cómo ayudar a tu hijo a desarrollar su potencial intelectual y emocional. Plataforma actual.
– Rodríguez, N. (2016). Neuroeducación para padres. Ediciones B, S. A.
– Czikszentmihaly, M. (1998) Creatividad. El fluir y la psicología del descubrimiento y la invención. Paidós.