Tenía mucho tiempo sin escribir desde el corazón. Y lo extrañaba.✨

La verdad es que me dejé llevar por los afanes, por el sentido del deber cumplido y por lo que las “personas que saben más que yo y con experiencia” que están a mi alrededor me habían sugerido.

Por muchos meses, por no decir años, estuve pérdida, buscando respuestas para encaminar An Inspiring Mom hacia un puerto seguro. Me sentía inhabilitada, sin herramientas, sin recursos humanos ni financieros. Sentía que sabía mucho pero no sabía cómo aplicarlo en torno a mi realidad y a la visión que perseguía. Lloraba casi todos los días y me sentía insuficiente.

¿Te has sentido así?🤷‍♀️

Era algo constante y ahora que lo veo en retrospectiva, esa curiosidad fue de tanta bendición que me ha llevado a construir una comunidad en donde no solo tengo tengo voz, sino que cientos de mujeres también. ¡Que alegría saber que nuestras experiencias dolorosas se convierten en la base de nuestro testimonio!

Lo que no tendía ayer, lo entiendo con mayor claridad hoy.

Tener claro el estilo de vida que quieres crear te marcará la pauta de lo que debes o no hacer, y eso de alguna manera te apoyará a elegir conscientemente si algo conecta o no contigo.

Y eso justo fue lo que me pasó. Comencé a darme cuenta de lo que para otros funcionaba, para mi no. Además de que no se sentía bien para mi. Razón por la que estuve en prueba y error por muchos meses, pidiéndole a Dios discernimiento y sabiduría para elegir mejor aquello que me acerque a su propósito.

Me he comenzado a acercar a ese sueño de convertir An Inspiring Mom en una plataforma reconocida a nivel hispanoamericano que apoye a mujeres, especialmente a madres a crecer de adentro hacia afuera, es decir, que no solo las dote de herramientas para HACER Y TENER, sino que las equipe para SER. Nos enfocamos en crear experiencias de conexión, sanidad y crecimiento que ayuden a crecer espiritual, emocional, en la crianza, en las finanzas y a nivel profesional.

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Es por ello, que hoy, iluminada por el Espíritu Santo te traigo este artículo en el que de forma breve te relato uno de los retos más grande que he tenido, pero en el que también me tomo el tiempo de VERME EN MI GRANDEZA y reconocerme por lo que soy, por lo que he vivido y por lo que estoy sembrando en la vida de los demás. Todo esto junto a mujeres maravillosas, que se han sumado de forma incondicional y presente en cada loco sueño que he tenido. Sueños que han hecho sentir escuchadas, amadas y valoradas a cientos de mujeres.

Hoy me gustaría que cambiemos la tortilla de lado y en vez de ver lo malo en todo, nos enfocquemos en ver lo bueno en todo.

Quiero que tomes un momento para ti, mamá. Siéntate en un lugar tranquilo, cierra los ojos y respira profundamente. Quiero que te reconozcas, que reconozcas todo lo que has logrado, las batallas que has librado y las victorias que has conseguido, tanto grandes como pequeñas.

En un mundo que a menudo no se detiene a apreciar el esfuerzo diario que realizamos, es vital que tú misma te tomes el tiempo para hacerlo.

Reconócete por levantarte cada mañana y enfrentar el día con valentía, incluso cuando las fuerzas parecen faltar.

Reconócete por los abrazos que das, los consuelos que ofreces y las palabras de aliento que compartes, porque aunque parezcan gestos simples, son actos de amor puro y desinteresado.

Reconócete por darte el permiso de conectar con ángeles que vienen a tu vida a hacerla más linda y a crecer. ✨Aquí te comparto algunos de mis ángeles:

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Reconócete por las noches en vela, por los sueños que has postergado para cuidar de los tuyos, por las lágrimas que has secado y por la sonrisa que siempre encuentras para ofrecer. Cada sacrificio que has hecho es una semilla plantada que, con el tiempo, dará frutos abundantes. Y no pude encontrar una mejor metáfora para que te quedes con esa parte en tu mente y corazón.

Mamá, reconócete también en tus momentos de vulnerabilidad.

En esos días en que te sientes perdida, en que dudas de tu capacidad y te preguntas si estás haciendo las cosas bien.

En esos momentos, recuerda que eres humana, que es normal sentir miedo y que, a pesar de ello, sigues adelante con un corazón lleno de amor.

Es esencial que te des un espacio para reflexionar sobre tu viaje, para celebrar tus logros y para perdonarte por tus errores. Eres una obra en constante evolución, y cada paso que das, cada desafío que enfrentas, te convierte en una versión más fuerte y sabia de ti misma.

Hoy te invito a que te mires al espejo y te digas a ti misma: “Soy suficiente. Soy capaz. Soy increíble”. Porque lo eres, mamá. Cada día demuestras una fortaleza y una resiliencia que no tienen comparación. Y es en esa fuerza, en ese amor incondicional, donde radica tu verdadera grandeza.

Reconócete, mamá, porque lo que haces es extraordinario. Porque tu dedicación, tu amor y tu entrega transforman vidas, empezando por la tuya y extendiéndose a todos los que tienen la suerte de tenerte en su vida. Reconócete, porque eres una inspiración viviente, una fuente de luz y esperanza.

Y desde este espacio, te envío un abrazo fuerte, lleno de gratitud y admiración.

Que nunca falte en tu corazón la certeza de que eres valiosa, de que tu trabajo es invaluable y de que, día a día, estás dejando una huella imborrable en el mundo.

Si no encuentras las respuestas creadas, CREA TUS RESPUESTAS. Unas que te funcionen, unas que dejen el mundo mejor que como lo encontraste y, sobre todo, unas que te hagan feliz, plena, próspera y libre.

Tu puedes y para lo demás nos tienes a nosotras, al club de mujeres emprendedoras y empresarias An Inspiring Mom. Ingresa ahora al grupo y crece en familia, sororidad y amor.