Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

No es solo la panza: Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

Gestar un bebé en nuestro vientre es un milagro indescriptible, y más si ese bebé ha sido buscado y añorado por mucho tiempo. Definitivamente tu cuerpo trabaja muy duro para soportar toda la carga que se le exige durante esta etapa para hacer que tu bebé crezca sano y fuerte.

Algunos de los cambios más frecuentes que experimentamos son senos sensibles, nauseas y vómitos, decaimiento, mareos, cambio en nuestro apetito (unas comemos más, otras menos) y necesidad frecuente de orinar, pero ¿Hay algo más cambiando dentro de nosotras? ¿Cuáles son esos cambios?

Desde el mismo instante en que tu bebé es concebido, tu cuerpo comienza a trabajar duro para que el crezca. Al finalizar las primeras 12 semanas, tu bebé ya se ha desarrollado casi en tu totalidad. Esta es la etapa más demandante debido a su relevancia en el sano desarrollo del bebé.

He ahí la importancia de mantenernos bien nutridas, tomando los suplementos, vitaminas y minerales necesarios para un óptimo crecimiento del bebé y, por supuesto, para el buen mantenimiento de nuestra salud.

En resumen, los cambios hormonales masivos por los que pasamos mientras estamos embarazadas reajustan todo nuestro organismo y realizan cambios drásticos pero necesarios para que nuestro bebé se desarrollo en perfecto estado y prepara tu cuerpo para el parto y la lactancia.

A continuación te comparto cuáles otros cambios experimentas:

Hormonas

La razón principal de la mayor parte de los cambios que experimentamos física y emocionalmente mientras estamos embarazadas es el aumento de la producción de hormonas.

Se incrementa la producción de estrógeno, progesterona, las glándulas tiroides crecen, nuestro sistema endocrino produce oxitocina, para ayudarnos en la labor del parto; y aumenta la hormona prolactina, que prepara nuestro senos para lactar.

Todos estos cambios son los que a veces ocasionan que nos sintamos calientes o con coques de calor esporádicos.

Cambios que experimenta tu cuerpo durante el embarazo

Senos

El aumento en los niveles de estrógeno y progesterona puede ocasionar que nuestros senos estén adoloridos, inflamados, nos ardan o nos dé mucha comezón. Estos cambios tienen como objetivo la preparación para la lactancia. Es probable que durante esta etapa tus senos crezcan tanto que te salgan estrías, por lo que necesitas mantener esta área bien hidratada para combatirlas.

Durante el embarazo, hay un aumento en el suministro de sangre a los senos, y esto puede causar venas azuladas debajo de la piel.

Las areolas y los pezones tienden a ponerse oscuros y un poco más grande. Luego de que has concebido las pequeñas glándulas de las aréolas aumentan de tamaño y se vuelven irregulares, segregando una sustancia oleaginosa (calostro) que evita que se resequen y se agrieten.

Cuerpo

Tu columna vertebral se realinea para ayudar a tu cuerpo con la postura, mantener el balance y a sostener el peso de tu bebé. Al mismo tiempo, subirás un par de libras para ayudar a que tu cuerpo a que tenga la fuerza de soportar el nuevo ser que está gestándose dentro de ti. Ese peso ganado contribuirá al desarrollo y readaptación de tus órganos, de la placenta y del feto.

Las uñas de tus pies y manos crecen más rápido y fuertes gracias a los altos niveles de estrógeno en tu cuerpo. Tus pies pueden llegar a retener liquido y pueden hincharse debido al fluido extra que tienes circulando por todo tu cuerpo.

Respiración

Nuestro sistema respiratorio atraviesa grandes cambios para poder incrementar la cantidad de oxigeno que nos demanda el útero, la placenta y el feto. El volumen de sangre aumenta, lo que significa que el flujo sanguíneo y los latidos cardíacos también, mientras desciende la presión arterial, lo que ocasiona que sintamos que nos esforzamos más para respirar.

Órganos

Tus órganos surtirán cambios de estado y de posición. El útero se expanderá para dar cabida al bebe que está en constante crecimiento. El estomago será desplazado a la derecha o a la izquierda de manera gradual.

Asimismo, el útero presionará la vejiga y los músculos pélvicos, provocándote deseos frecuentes de orinar e incontinencia. Nuestros riñones están haciendo un esfuerzo extra para poder colaborar en todos estos cambios, así que asegúrate de mantenerte hidratada tomando mucha agua.

Piel y cabello

Los cambios en tu piel serán notables y resultaran en un crecimiento de tu estomago, tus senos, ensanchamiento de las caderas y muslos. Por esto es importante que mantengas tu piel hidratada utilizando cremas a base de aceites de coco, almendra o manteca de cacao o karité; y bebiendo mucha agua.

La pigmentación oscura en tu piel y las venas azuladas desaparecerán cuando hayas dado a luz.

La textura y el volumen de tu cabello tienden a cambiar. En ocasiones crecen mucho y muy rápido. En otros pueden tornarse más frágiles. Normalmente tendemos a perder unas 100 hebras de cabello al día, cosa que disminuye grandemente durante el embarazo. Por eso muchas pierden mucho cabello luego de dar a luz.

Como vimos, el cuerpo de una mujer embarazada atraviesa numerosos cambios. Estos son solo algunos de ellos. ¿No es maravilloso?

¿Experimentaste alguno de estos cambios cuando estuviste embarazada? Cuéntame tu experiencia. 😀