Consecuencias de la falta de ASERTIVIDAD
¿Cuán asertivo y honesto eres con los demás? ¿Cuántas veces te tragas las palabras por no herir a los demás o por querer lucir bien siempre? ¿Cuántas veces te desgastas diciendo que si a cosas que no te hacen feliz solo por complacer a los demás? ¿Cuántas veces dejas tus sueños de lado tan solo por ser aceptado socialmente, por no caer mal y por ser amado? ¿Cuántas veces anulas tus emociones o las disminuyes diciéndote que todo estará bien?
La asertividad es la capacidad de comunicar o expresar una idea, deseo o sentimiento de forma efectiva, es decir, sin imponer nuestras ideas y sin dañar al otro.
Si algo me han enseñado las lecciones de la vida, en especial durante estos últimos dos años, es que la falta de asertividad es síntoma GRAVE de una autoestima baja y de falta de amor propio.
Ciertamente, puedes evadir muchos conflictos si te quedas siempre callada, pero también es cierto, que habrá situaciones que hasta que no pongas límites se seguirán repitiendo incansablemente mientras tu seguirás sufriendo callada, sintiéndote culpable por lo que no dijiste o no hiciste cuando debiste hacerlo.
El quedarte callada ante situaciones donde tendrías que verte en la postura de defender tus valores y pensamientos puede que te intimide, pero si no lo haces estarás acumulando irá, culpa, resentimiento y frustración, que al final afectarán tu modo de actuar y de relacionarte con los demás.⠀
Ser asertivo, puede que sea duro, puede que cause que algunas personas se alejen de ti, pero fortalecerá tu carácter y el amor hacia ti mismo. Aprenderás a honrarte, respetarte y serte fiel contra viento y marea. ¡Y ahí empieza todo!
Cómo fomentar la asertividad
- Aprende a decir que no. No saber decir no impide marcar tus límites y negarte a peticiones que te hagan de forma efectiva. No es necesario decir que sí a todo para que los demás te quieran o te acepten. Poner límites nos permite cuidarnos y no dejarnos pisotear por los intereses de los demás. Nos da seguridad y habilidades para saber respetar nuestro valor e intereses ante los demás.
- Comienza poco a poco, pasito a pasito. Yo era de las que les costaba marcar límites o expresar sus pensamientos e ideas, por lo tanto cuando comencé a adquirir consciencia de su importancia, comencé dando pequeños pasos para ir tomando confianza. A medida que vamos entrenándonos en esta práctica, iremos sintiéndonos más seguros de actuar frente a situaciones más difíciles.
- Di lo que piensas y sientes con claridad y respeto. Las personas con tendencia pasiva tienden a dejar pasar cosas sabiendo que son injustas o no defienden sus ideas por miedo a no ser aceptados o por no saber cómo expresar sus necesidades y quejas. Pero al no expresarte lo único que consigues es cerrarte en ti mismo, llenarte de culpa y enojo. Si practicas la asertividad te será mucho más fácil explicarte y que los demás te entiendan sin tener que adivinar tus pensamientos.
- Sé directo, confrontativo y honesto. Sé directo, concreto, con la información necesaria y listo. No tienes que justificar tu opinión o decisión. No hay necesidad de excusarte.
- Escucha a los demás atentamente. Hazle saber a los demás que su opinión, pensamientos y deseos son importantes y valiosos.
- Evita juzgar. Expón tu punto de vista sin valorar la posición de los demás. Evita usar calificativos sobre las personas. Ataca la acción no a quien la ejecuta.
- Habla desde tu experiencia. A la hora de hablar o compartir tu parecer ponte como centro y habla desde tu experiencia. De ese modo el otro no sentirá que estás obligándolo a pensar igual que tu ni se sentirá invadido.
- Deja claro lo que quieres. Expresa tu emoción pero también deja claro tu intención al expresarla. ¿Qué acción solicitas del otro para sentirte mejor?
- Utiliza la técnica del sándwich. Esta técnica consiste en introducir la queja, opinión, petición o necesidad entre dos frases positivas.
- Respira y aléjate del escenario antes de reaccionar. Si reaccionamos ante las emociones que sentimos sin pasarle filtro, heriremos en el camino pues actuaremos guiados por la rabia. Para tener más control sobre nuestras palabras y acciones, respira profundamente unas cuantas veces e intenta calmarte antes de reaccionar. Si hace falta vete a otro lado si estás muy airado. Cuando estés más calmado trata de ver que es lo que quieres decir y cómo decirlo de forma efectiva.
- Utiliza el lenguaje corporal para transmitir seguridad y confianza. Mantente erguido, haz contacto visual directo y muestra una cara neutral o positiva.
- Observa como te comunicas con los demás, ¿eres asertivo, o eres más bien pasivo o reactivo? La toma de consciencia sobre ti mismo es lo que hará que cambies tu forma de actuar y con ello, estarás educando a los demás.
- Fomenta una sana autoestima. Como hablamos más arriba, la falta de amor propio impide que puedas expresarte de forma efectiva y provocará que vivas en un círculo vicioso de constante búsqueda de la aprobación de los demás. Por eso reconoce tu valor, ámate y respétate primero.
- No es necesario ofender o agredir a los demás para defender nuestra postura. Este tipo de comportamiento no se puede consentir. Por tanto si te ves expuesta a alguna situación de violencia verbal o física, aléjate de la situación y pide ayuda.
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