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Combatiendo las alergias a los ácaros en niños y adultos

Llegó Semana Santa y mi madre, mi hermana y yo decidimos ir a visitar a mis abuelos  junto a mi hijo y darles la alegría de acompañarlos durante 4 días. Esos días me la pase reflexionando sobre la vida y dejando experimentar a mi hijo las bondades que nos brinda estar en el campo. Casi no pude salir, más que a visitar a algunos allegados y familiares, ya que el niño estaba congestionado. Preferí no arriesgarme.

De camino a la ciudad el Domingo de Resurrección todo marchaba bien. Llegamos, abracé a mi padre y esposo (Si que los extrañe) y así paso ese día. El lunes me acosté a la hora acostumbrada sin saber que al despertar el martes me contraría con la ingrata sorpresa de tener todo el cuerpo lleno de unas ronchas rojas y que causaban comezón. Inmediatamente deduje que algo me había dado alergia, pero qué había sido era el problema.

Gracias a Dios, como madre precavida al fin, siempre cuento en casa con antialérgicos y un botiquín de emergencias. Me tomé una Loratadina y a los 30 minutos comencé a sentir mejoría. Seguí mi día normal asumiendo que había sido algo pasajero. Pero a la mañana del día siguiente amanecí mucho peor, tenía la cara llena de ronchas y todo el cuerpo. Ya ahí me empecé a desesperar y acudí al Centro Medico más cercano, me encontré con un amigo visitador a Medico que me regaló unas muestras de unos antialérgicos. Me tomé una pastilla ese día y otra a las 24 horas pero no fueron efectivas.

En el botiquín de mi hijo tenía un medicamento antialérgico y antiinflamatorio que era también útil para adultos y es fue el que comencé a tomarme. Sentí alivio casi de inmediato y me funciono en los días consecuentes. Ya ahora solo queda identificar que provocó la alergia.

Como nunca nada me había provocado alergias (alimento, polvo, calor) deduje que no fue algo que comí porque no comí nada diferente a lo que consumo normalmente ni nada dañado, no fue un árbol en el campo porque la alergia me comenzó ya estando en casa dos días después. Entonces solo me quedó deducir que lo que provocó mi alergia fueron los ÁCAROS DEL POLVO que se esconden en mi colchón pues la alergia solo empeoraba cuando me acostaba. A continuación de daré información clara sobre este tipo de alergia, cómo reconocerla y cómo tratarla en niños y adultos.

¿Que son los ácaros?

Los ácaros son unos diminutos insectos de la subclase de los arácnidos, invisibles al ojo humano, que habitan en lugares cálidos, húmedos y polvorientos de la casa, y se alimentan de células muertas de la piel. Sus residuos fecales son los principales causantes de alergias y asma.

Los ácaros se encuentran de forma habitual en nuestros hogares o en almacenes, especialmente en colchones, almohadas, alfombras, peluches, cortinas y muebles revestidos de telas. Los colchones son su habitat preferido ya que debido a su composición les brinda todos los factores que necesitan para su optimo desarrollo: calor, humedad y comida.

¿Cuáles son los síntomas de las alergias a los ácaros?

Por lo general las alergias al polvo por ácaros suele incluir los siguientes síntomas:

  • dificultad para respirar;
  • tos;
  • urticaria (bultos elevados, enrojecidos y con picazón);
  • picazón en la nariz, la boca, la garganta, la piel o cualquier otra zona;
  • secreción nasal;
  • sarpullidos en la piel;
  • respiración sibilante;
  • hinchazón alrededor de la cara o la garganta;
  • Enrojecimiento.
  • Shock anafiláctico.

Comúnmente, las reacciones alérgicas afectan los ojos, la nariz, la garganta, los pulmones o la piel del niño o el adulto.

¿Qué hacer en caso de alergia?

Al ser enfermera (si, soy técnica en enfermería 🙂 ) pude identificar que era lo que tenía al primer síntoma y sabía como tratarlo. Pero si ese no es tu caso, es recomendable que llames a tu medico de cabecera de inmediato y le comuniques tus síntomas o los de tu niño. Ya tu medico te indicará cual sería la mejor forma de proceder.

Si la alergia no es tan grave puedes administrarle alguno de lo antialérgicos prescritos por su pediatra. Puedes leer las literaturas anexas al medicamento para identificar que es el correcto.

En muchos casos, los pediatras le indican un tratamiento de base por prevención a los niños.

De todos modos, nunca está de más que en nuestro botiquín tanto para nosotros los padres como para los niños tengamos diferentes antialérgicos (me refiero a diferentes compuestos pues no todos son genéricos). Con esa parte no tuve inconveniente porque mi pediatra es muy precavida y siempre me regalaba muestras medicas de medicamentos para el bebé, en especial antialérgicos, por lo que tengo su botiquín al día.

En ocasiones y para tratar este tipo de alergias a largo plazo, el alergólogo puede indicarte un tratamiento con vacunas hiposensibilizantes de ácaros con objeto de tratar de forma integral su afección de base.

Si tu niño presenta algunos de los siguientes síntomas acude de inmediato al centro medico:

  • dificultad para respirar.
  • hinchazón, especialmente en la cara, la garganta, los labios y la lengua.
  • disminución rápida de la presión arterial.
  • mareos.
  • desvanecimiento.
  • urticaria.
  • opresión en la garganta.
  • ronquera.
  • aturdimiento.

¿Cómo prevenir las alergias por ácaros?

Algunas medidas a tomar para prevenir las alergias por ácaros del polvo son:

  • Eliminar del dormitorio las alfombras y todos los objetos que acumulen polvo, por ejemplo, cortinas pesadas, peluches, muebles viejos y sucios.
  • No amontonar peluches en el cuarto del bebé.
  • Utilizar fundas antiácaros en el colchón y la almohada
  • Aspirar el colchón y la almohada al menos durante 10 minutos una vez al mes y exponerlos al sol durante 30 minutos 2 o 3 veces al año.
  • Darle la vuelta a tu colchón cada 6 meses.
  • Lavar con agua caliente (a más de 50º C) al menos una vez a la semana las sábanas, frazadas y forros de almohadas.
  • Realizar una limpieza periódica de sofás, alfombras y otras zonas de la casa.
  • En vez de sacudir el polvo, pasa un trapo húmedo.
  • Mantener seco y limpio las zonas con tendencia a acumular hongos y moho.
  • Abrir puertas y ventanas para favorecer la ventilación de los espacios de la casa.
  • Limpiar la casa con frecuencia y evitar la humedad de la casa.
  • Revisar periódicamente el domicilio y reparar los problemas de humedad que se detecten
  • Reducir la humedad relativa en toda la casa, o al menos en el dormitorio, por debajo del 50%.
  • Evitar las mascotas en el hogar o bien, si tienes una mascota, mántenla fuera de la habitación de tu niño y báñala regularmente.
  • Utilizar filtros de aire para retener alérgenos de ácaros. Utilizar un sistema de aire acondicionado con un filtro de partículas pequeñas.
  • Utilizar acaricidas.
  • Evitar fumar cerca del niño ya que puede empeorar los síntomas de alergia.

Recomendaciones

  • Ten a mano un antialérgico con antiinflamatorio. Existen diferentes combinaciones. El que me funcionó con mi alergia tenía los componentes Loratadina y betametasona.
  • Cuenta con una pomada antiinflamatoria y antiprurítica en tu botiquín a fin de evitar la comezón y tratar la urticaria. La Dexametasona es una de las más comunes. Úsala por el tiempo indicado por tu doctor o el indicado en la literatura del medicamento.
  • No intentes tomar más cantidad de la indicada del antihistamínico ya que podrías producir somnolencia y otros síntomas. Espera el tiempo reglamentario para que el medicamento comience a hacer su función.
  • Examina frecuentemente qué medicamentos tienes en casa y haz un check list de aquellos que hacen falta. Ve de inmediato a comprar los que no tienes.
  • Empápate de información sobre el tema de las alergias, sus manifestaciones y como tratarlas a cualquier edad. ¡Madre precavida vale por mil! 😀