Gestionando el cambio desde el Bienestar Organizacional
¿Cuantos, de nosotros, hemos sentido una especie de escalofríos cuando escuchamos la palabra cambio dentro de la organización?
¿Ha sido mal interpretada esta palabra o ha sido más un tema de como se ha gestionado?
Algunas personas comparan este proceso con la sensación que daba el tomar un examen de algebra o trigonometría uff. Al igual que la matemática, opino que es más un tema de cómo se promueve o gestiona, que el tema en sí mismo y si bien como reza la frase “Lo único constante es el cambio” es más fácil decirlo que asimilarlo.
En lo personal a mí los cambios me dan una sensación que podría comparar a cuando voy a hacer un recorrido por la naturaleza o cuando tengo un evento especial, no puedo esperar a que llegue el momento para aprender algo nuevo, innovar o implementar, crear y llevar mis ideas: me enfoco en lo que podría lograr.
Entonces, ¿Cuál sería el papel de Gestión del Talento en esta cuestión?
Definir cuál sería la estrategia más efectiva y sobre todo enfocada hacia que los colaboradores se acerquen más a ser resiliencia y se alejen de la reticencia. Usar el enfoque de los beneficios que trae consigo, su impacto a nivel personal y profesional, haciendo protagonistas a los involucrados y dejándoles ver un panorama más allá de lo evidente. ¿Suena mejor verdad?
RRHH debe convertirse en ese diseñador de los planos de lo que será esta nueva estructura, donde los colaboradores puedan ver cada habitación, recorrerlas en su mente y hasta percibir la sensación de esta nueva aventura.
Soy una fiel creyente que cualquier proceso que se gestione desde esta mirada, tomando el Bienestar Organizacional como disparador o motivador tendrá un efecto dirigido más hacia “quiero hacerlo” en lugar de “temo hacerlo”.
Y recuerda: “Lo que no se mueve se oxida”, así que mantén engrasadas las bisagras de tus colaboradores.